Robert Louis StevensonNo hay deber que descuidemos tanto como el deber de ser felices
Sigmund FreudLas emociones no expresadas nunca mueren. Son enterradas vivas y salen más tarde en formas más feas
Adam SmithSi abordas una situación como asunto de vida o muerte, morirás muchas veces.
SalomónEl corazón alegre constituye buen remedio y hace que el rostro sea hermoso;
pero el espíritu triste seca los huesos. Prov. 17:22
A. MaslowSi tu única herramienta es un martillo, tiendes a tratar cada problema como si fuera un clavo.
BudaAferrarse al odio es como coger un carbón ardiente para tirárselo a alguien: eres tú quien se quema
Fred NoanEl orden es el mejor sustitutivo de la falta de memoria.
Frecuentemente es normal sentir ansiedad y estrés en situaciones que no esten a nuestro alcance controlarlas. Un ritmo de trabajo acelerado, compromisos económicos exigentes o dirigirse a algún lugar con excesivo tráfico pueden ser algunos ejemplos. Un estado de ansiedad es un mecanismo natural del cuerpo para ayudar a mantener a la persona concentrada y alerta ante cualquier situación inesperada.
Si esto se convierte en preocupaciones constantes, estrés intenso y temor a actividades simples y cotidianas, podemos estar hablando de un trastorno de ansiedad. El rango e intensidad de los estados de ansiedad de la persona, en la mayoría de los casos comienza a interferir con el buen desempeño en sus actividades diarias, pero con ayuda de un profesional capacitado y especialista en la materia, se puede llevar una vida normal gracias a un tratamiento psicológico para la ansiedad, que se aplique de forma adecuada y en concordancia con los requerimientos del paciente.
La aplicación de un tratamiento psicológico para la ansiedad parte desde la identificación de los síntomas, el trastorno y todos los factores que lo desencadenan, para seguidamente marcar unos objetivos y establecer un programa de tratamiento con la intención de brindar un conjunto de herramientas de ayuda, que dotan a la persona de una serie de habilidades de afrontamiento. En ocasiones los fármacos pueden aportar una función adicional a la psicoterapia, aunque su acción únicamente será sintomática, no resolverán el problema. El uso de medicamentos sólo puede ser recetado por un médico, el cual evaluará la conveniencia o no.
Estos tratamientos, podrán reducir o hacer desaparecer sus síntomas al cabo de varias sesiones. Es importante resaltar que no todos los tratamientos funcionan de igual forma para todas las personas o dan los mismos resultados. Por ello, debes recurrir a un profesional de la salud, que realice un diagnostico preciso para aplicar el tratamiento oportuno.