Robert Louis StevensonNo hay deber que descuidemos tanto como el deber de ser felices
Sigmund FreudLas emociones no expresadas nunca mueren. Son enterradas vivas y salen más tarde en formas más feas
Adam SmithSi abordas una situación como asunto de vida o muerte, morirás muchas veces.
SalomónEl corazón alegre constituye buen remedio y hace que el rostro sea hermoso;
pero el espíritu triste seca los huesos. Prov. 17:22
A. MaslowSi tu única herramienta es un martillo, tiendes a tratar cada problema como si fuera un clavo.
BudaAferrarse al odio es como coger un carbón ardiente para tirárselo a alguien: eres tú quien se quema
Fred NoanEl orden es el mejor sustitutivo de la falta de memoria.
Todo esfuerzo da su fruto
«Continuo esfuerzo -no fuerza o inteligencia- es la clave para liberar nuestro potencial.»
Winston Churchill.
Seguramente, los esloganes que acabas de leer te resultan familiares, y es que, en nuestra sociedad, sobretodo en el ámbito laboral, han ido proliferando mensajes que nos «invitan» a creer que el objetivo a conseguir para alcanzar una vida feliz y plena es el éxito. Llegar a la cumbre del desarrollo profesional. ¿Cómo? esforzándonos de manera incansable para ser los mejores, dar más, se más competente, estar mejor formados, tener más experiencia, más reconocimiento, más, más, más.
Ésta, es una idea completamente distorsionada de lo que realmente significa una vida plena. Tiene una parte de verdad, pero está envuelta de tal forma que termina siendo una estafa.
A priori ninguno. Pero como siempre, va a depender de cómo lo llevemos a la práctica.
Perseverar y dedicarle tiempo y esfuerzo a algo, van a aumentar sin duda las probabilidades de que seamos mejores en ello. El problema viene cuando nos olvidamos del resto de áreas de nuestra vida. El problema es la medida en la que nos dedicamos a desarrollarnos en algo. Para estar bien se necesita un equilibrio, y eso, es lo que olvidamos en muchas ocasiones.
Nuestro bienestar como individuos es como el tablero de una mesa, se sostiene por patas (áreas en nuestra vida, tales como trabajo, familia, ocio, pareja, relaciones sociales, metas personales, etc) cuantas más patas tengamos , más garantizado tendremos nuestro equilibrio, nuestro bienestar. Si nos focalizamos de manera mantenida en una sola pata, al final, irremediablemente la mesa acabará cayéndose.
Sin embargo, antes de que esto suceda recibiremos múltiples avisos. El objetivo primordial de nuestro cuerpo es garantizar nuestra supervivencia, y nuestro organismo intentará defenderse de todo aquello que lo amenace. Esas señales de aviso pueden ser numerosas: cansancio, estrés, irritabilidad, dolor de cabeza, apatía, desmotivación, agotamiento, desarrollo de diversos problemas físicos, sensación de vacío, ansiedad, tristeza …
Desde muy pequeño su sueño siempre fue dedicarse a la música y poder triunfar entre los mejores. Su pasión y dedicación le permitieron conseguirlo, sin embargo, ese mismo sueño, que lo colmó de satisfacción al comienzo, acabó devorándolo. El mundo de la música le exigía una dedicación completa, sin descanso. Su trabajo se convirtió en su vida. Sin embargo, Tim fue consciente desde el primer momento en el que empezó a captar las señales físicas y emocionales de que algo no marchaba bien. Se alejó en varias ocasiones del foco mediático y en 2016 dejó definitivamente las giras para recuperarse, tiempo en el cual recibió numerosas presiones y críticas por ello. Dos años después acabó quitándose la vida. Aunque intentó recuperar las riendas, al parecer ya se había abierto una fractura en él que no pudo volver a cerrarse.
Si te interesa conocer más sobre su historia te dejo el enlace del documental que se filmó sobre su despegue en la industria musical y su posterior declive personal
https://www.documaniatv.com/biografias/avicii-la-verdadera-historia-video_d96518652.html
Son conceptos completamente diferentes que se están confundiendo peligrosamente.
Es cierto, que conseguir ciertos logros a nivel profesional, puede hacernos sentir bien, capaces y satisfechos por lo logrado, pero la felicidad o satisfacción con la vida implica muchos más factores. De nuevo recurro a la metáfora de la mesa, si el resto de nuestras áreas en la vida no están en buen estado, el éxito profesional no será suficiente para que nos sintamos bien.
Simone Biles lo sabe muy bien. Con solo 24 años, ha ganado siete medallas olímpicas, incluidas cuatro de oro, sin embargo, mientras participaba en los Juegos Olímpicos de Tokyo tuvo que retirarse porque la enorme presión que soportaba hacia que no pudiera continuar. Sufría bloqueos en el que la gimnasta perdía la pista de dónde estaba mientras giraba en el aire. Tras su abandono, hizo declaraciones públicas donde remarcaba las continuas exigencias enfocadas hacia su rendimiento deportivo hicieron que la llevaran al colapso, impidiéndola continuar.
Además, reclamó que era necesario poner el foco en la salud mental de los deportistas, que era conocedora de que en su ámbito ese tipo de problemas eran muy comunes, pero que siempre se les presionaba a seguir adelante. Denunciaba que son personas, no son máquinas para simplemente entretener, son personas, que se cansan y se agotan y que necesitan atender y cuidarse en muchos otros aspectos.
Por casualidad cayó en mis manos un pequeño artículo redactado por el médico cardiólogo José Lopez-Sendón dirigido a estudiantes residentes en esta especialidad. He señalado en rojo lo que me parece una desfachatez, que invita a la autoexigencia sin límites.
Cito textualmente:
Establece tus prioridades. Si hay una etapa en la que se deba anteponer el trabajo, es la residencia. Por supuesto, esto no es categórico, pero el aprendizaje y la disciplina de estos años marcarán toda tu vida profesional. Cuestiones laborales y sindicales aparte, que ha costado mucho conseguir y que hay que mantener, el horario de trabajo no tiene límites y continua al salir del hospital (esto casi es para siempre)… vacaciones las justas. El «me deben días» debería referirse a me deben días para seguir en el hospital formándome. El concepto hago trabajo asistencial, es una oportunidad de formación que otros querrían sin cobrar, incluso pagando. Los años de residencia proporcionan la oportunidad irrepetible de adquirir conocimientos en todos los ámbitos de la especialidad. Las personas más competitivas y con más capacidad de trabajo llegan más lejos. Tú mismo.
Creo que no necesita comentarios… pero básicamente se alienta a los residentes a exprimirse al máximo para poder conseguir el éxito profesional. Lo que me parece más alarmante es que este señor «anima» a adoptar esta actitud de manera indefinida, considerando que un médico no debe de tener límites en su horario. Me parece especialmente aberrante que esto se dé en un contexto sanitario, donde se supone que se conocen de sobra los pilares donde se asienta la salud y el bienestar general de la persona. Parece que para el Dr. López-Sendón el descanso no es uno de ellos.
Para hacernos una idea de la magnitud del problema comparto algunos datos. Los médicos tienen la tasa más alta de suicidio de todas las profesiones, siendo casi el doble de la población general. 1 de cada 3 alumnos de Medicina y el 50% delos médicos en prácticas declaran sufrir depresión clínica. Además 1 de cada 9 estudiantes declara tener pensamientos suicidas (Fuente: Revista de la Asociacion Médica Estadounidense).
Está genial esforzarnos y trabajar por aquello que queremos lograr, pero sin olvidarnos de seguir descansando, divirtiéndonos, relacionándonos, aburriéndonos… Asi que, independientemente del punto en el que te encuentres, del camino en el que estés inmerso, nunca dejes de mirar a tu alrededor, nunca dejes de estar conectado con la vida.