Robert Louis StevensonNo hay deber que descuidemos tanto como el deber de ser felices
Sigmund FreudLas emociones no expresadas nunca mueren. Son enterradas vivas y salen más tarde en formas más feas
Adam SmithSi abordas una situación como asunto de vida o muerte, morirás muchas veces.
SalomónEl corazón alegre constituye buen remedio y hace que el rostro sea hermoso;
pero el espíritu triste seca los huesos. Prov. 17:22
A. MaslowSi tu única herramienta es un martillo, tiendes a tratar cada problema como si fuera un clavo.
BudaAferrarse al odio es como coger un carbón ardiente para tirárselo a alguien: eres tú quien se quema
Fred NoanEl orden es el mejor sustitutivo de la falta de memoria.
Aunque a algunas personas esto pueda parecerles algo obvio, habrá otras que se reconozcan en la idea de que no hay otra manera de reaccionar ante un contratiempo indeseado que enfadándose. Una situación por sí sola no tiene la capacidad de producir ninguna emoción, ya sea alegría, tristeza o ira. Son los pensamientos que nosotros producimos en esa situación lo que provoca que nos sintamos alegres, tristes o enfadados. De ahí la variabilidad entre las personas de reaccionar de formas diferentes ante una misma situación.
Como ejemplo, dos mujeres se enfrentan a la viudedad con 53 años después de un único matrimonio.
Una puede reaccionar ante la terrible noticia pensando que ya se quedará toda su vida sola y es horroroso vivir así. Cree que a su edad no es posible encontrar pareja ya que tiene una edad…
La otra mujer piensa que es triste haber perdido a su marido, pero sabe que la vida continua y puede seguir disfrutando de muchas otras cosas. No se resigna a pasar sola el resto de su vida, pero si finalmente eso no ocurriese no sería horroroso, pues puede seguir haciendo lo que desee, desde clases de gimnasia, costura, aprender cosas nuevas, hacer amigas, ir al cine, al teatro… la viudedad es sólo una circunstancia muy específica. Afortunadamente el ser humano tiene la capacidad de vivir y disfrutar plenamente de muchas formas. Sólo hay que saber cómo.
Tenemos este extraordinario poder del pensamiento y el razonamiento. Es lo único que nos diferencia de los animales, y es triste como muchas veces en lugar de utilizarlo a nuestro favor lo dirigimos en contra. Los pensamientos, actitudes y creencias representan el filtro o las gafas a través del cual vemos todo nuestro mundo, por eso tienen tanto impacto en nuestra vida.
Y a ti, ¿qué malas pasadas te ha jugado tu pensamiento?